Un día fue a entrenar a la playa, pero nunca volvió, no se sabe con exactitud que paró, lo que se sabe es que apareció en un mundo llamado Spira donde conoció a sus dos leales camaradas: Braska y Auron.
Braska es un invocador que va a realizar la marcha para derrotar a Sinh, el ente que está haciendo que la vida en Spira sea muy jodida. Para conseguirlo debe llegar a las ruinas de Zanarkand y conseguir el eón definitivo. Pero un invocador no es nadie sin sus guardianes, y aquí es donde entran en escena los dos mayores personajes de este juego: Auron y Jecht.
Auron era un hombre serio y de pocas palabras, pero lo que decía siempre tennía sentido. Blandía una enorme espada con la que derrotaba a sus enemigos de un solo estacazo. Auron y Jecht se hicieron amigos, pero Jecht sacaba de sus casillas a Auron con sus chorradas e infantiladas. Jecht fue grabando en esferas todo su viaje: cuando comenzaron la marcha, cuando estaban en el bosque Macalania, etc.
Finalmente llegan a las ruinas de Zanarkand y cuando van a obtener el eón supremo Yunalesca les cuenta la cruda realidad, que Braska debe sacrificar a uno de sus guardianes para obtener el eón supremo y así vencer a Sinh durante los 10 años que dura la Calma hasta que vuelve a tocar los cojones unn poquillo.
Jecht se ofrece para ser el eón supremo y este y Braska le piden a Auron que cuide de sus respectivos hijos: Tidus y Yuna. Auron acepta y se van para derrotar a Sinh.
Cuando lo derrotan, Braska muere, pero Jecht no lo hace, si no que se convierte en el nuevo Sinh.
Esta es su historia, en otra ocasión os contaré la historia de su hijo Tidus porque es muy tarde y no teengo muchas ganas.
Curiosidades: se dice que Jecht es hijo de Chuck Norris, yo me lo creo